Intervistas : La Somalia de Khadra y Fátima

Son somalíes y han venido a Lille para comunicar sus temores a los ciudadanos del mundo. Para ellas, la Asamblea es una tribuna, un portavoz, una apertura para convencer. Su país se encuentra bajo la amenaza de un ataque de las fuerzas de la coalición que lucha actualmente en Afganistán al lado de los Estados Unidos. Somalia atraviesa uno de los períodos más sombríos de su historia: sequía en el norte, inundaciones en el sur y habitantes desesperados, exhaustos a causa de la guerra civil y un aislamiento internacional catastrófico. ¿De cuánta energía y de cuánta voluntad ha debido hacer acopio la joven y bella Khadra para dejar atrás el desierto de sus hermanos nómadas, atravesar el país en condiciones muy difíciles y tomar el avión, por primera vez en su vida, para venir a Lille, tierra de occidente percibida someramente por televisión, allí, en su tierra?…
¿Qué llama arde en Fátima, su tutora, que volvió a su país en 1994 tras haber vivido y criado a sus hijos en los Estados Unidos? Fátima dice que Somalia no se parece al país que describen los americanos, quienes, según ella, engendran el miedo en la población.
Así que se bate, como militante, por que se haga pública su dignidad. En Somalia, Khadra es instructora. Enseña a convertirse en ciudadanos en el desierto, a entender las decisiones del gobierno, a respetar los recursos naturales tanto como a los demás. ¿Que qué le ha sorprendido del mundo rico? La inmensidad de las construcciones, la capacidad de la gente para agrupar las ideas en un simple trozo de papel (recuerdo de los talleres…), las calles limpias o la iluminación de la calzada al caer la noche… El mensaje de paz de estas dos mujeres es una gran lección frente todas las formas de opresión. Dos mujeres que, sin duda, enriquecen una de las naciones más pobres del mundo.