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Una asamblea internacional termina forzosamente con un comunicado final. Por su parte, la Asamblea Mundial ha llegado a su fin con "una página en blanco" que hay que llenar. La Asamblea indicaba el fin de un largo proceso iniciado hace diez años: el lanzamiento de la Alianza, la puesta en funcionamiento de Alianzas regionales y socioprofesionales, la redacción de Cuadernos de Propuestas y posteriormente, de avances. La propia Carta era provisional. Tomando como base las diversas aportaciones, los principios de la misma se modificaron y se ampliaron el lunes. "Sin embargo, el trabajo está por hacer": La nueva versión se encuentra actualmente en el sitio Web de la Alianza, a disposición de todos los que deseen corregirla, mejorarla y completarla aún más antes de proceder a la publicación de la versión final en abril de 2002. El futuro está por construir, lo cual significa, en primer lugar, que la Carta por un mundo responsable, solidario y plural contribuirá a alimentar las reflexiones de instancias internacionales tales como el Foro social mundial de Porto Alegre. Lo que es más, uno de los responsables de la organización del mismo acogió favorablemente la actitud de la Alianza: "Sabemos, dijo, que el mundo no puede continuar siendo como es, y necesitamos propuestas por parte de la sociedad civil con urgencia". No sólo se formularon principios, también se presentaron
propuestas concretas. La Asamblea de Lille constituirá el punto
de partida de nuevas medidas. Está previsto organizar encuentros
temáticos o regionales, se van a formar redes de intercambio
" Aún no sabemos muy bien qué será de la Alianza,
afirma Pierre Calame, pero está claro que llegará a ser
un espacio multipolar ". La Fundación Charles Léopold
Mayer por el Progreso del Hombre, que se comprometió a apoyarla
hasta que se celebrara la Asamblea de Lille, seguirá proporcionándole
apoyo, aunque, sin duda, con el crecimiento que experimentará,
se tendrán que buscar otros asociados, lo cual constituye el deseo
de muchos. Se trata de un proyecto cuya forma está aún por determinar. Pierre Calame admite que esta idea debe evolucionar "pero, afirma, no sé qué forma va a adoptar para convertirse en algo concreto ". El futuro lo dirá. La Alianza, que no es ni una institución
ni una ONG, no reivindica, por su parte, ningún tipo de poder.
Según sus promotores, aporta un método y un espíritu.
Hay mucho que decir sobre la evaluación de Lille, tema del que ya se trata en una cantidad considerable de artículos, expedientes y traducciones. Aún quedan por publicar otros trabajos, a los cuales se aportarán más modificaciones y elementos complementarios. La 0Asamblea terminó como empezó, con el redoble de los tambores de paz. La alcaldesa de Lille, Martine Aubry vino a saludar a las personas que participaron en la Asamblea. "Nosotros nos planteamos las mismas cuestiones", afirmó, y subrayó la importancia del diálogo civil que fomenta la Alianza. "Un diálogo que debe llevarse a cabo, dijo, en un marco de escucha y tolerancia", y añadió que los políticos deben escuchar lo que los marginados y los sin voz tienen que decir." |
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