La Asamblea cada dia

12/09/01

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Asamblea > Medios de comunicación > 09 de diciembre del 2001

El viaje no se acaba en Lille

La aventura llega a su fin. Nueve días de incesantes debates, miles de etiquetas pegadas en cientos de paneles, palabras traducidas, explicadas, recompuestas, hasta alcanzar un compromiso y llegar a una mejor comprensión, para que al final cada informador las exponga en dos minutos, ni una frase más…

Toda síntesis tiende a dejar elementos al margen; la de la Asamblea Mundial, aún más que cualquier otra. ¿Qué quedará de estos días que hemos pasado juntos?

En primer lugar, una Carta. Se actualizará el primer proyecto de la Alianza para que en la cumbre de Porto Alegre se presente un texto aún más fiel a la verdad que defienden los ciudadanos del mundo. Del taller de las ONG se desprende una verdad de la cual se apropia la mayoría: "Hay que pasar de la contestación a la responsabilidad". En resumidas cuentas, no basta con analizar, manifestarse y acusar a los gobiernos y al poder, también hay "que decir lo que cada uno de nosotros puede hacer". Todos desean que la Alianza se transforme en una fuerza generadora de propuestas. "Ya es hora de que la Alianza gane terreno en el campo de los militantes antiglobalización", declara un delegado americano.

La Carta constituirá una herramienta de trabajo para cada uno de los actores locales, nacionales o regionales por un mundo justo y solidario.

Puede que aparezcan formas más concretas. Así, algunas de las personas que han participado en la asamblea han propuesto difundir los mensajes de la Alianza en las próximas reuniones internacionales. Un delegado se presenta voluntario para organizar una conferencia del Sur de Asia; otro propone una "marcha de la paz" bajo la égida de la Alianza; un grupo pide que la Alianza designe ella misma "un Parlamento mundial" con diputados permanentes. "Esa sería, dijo el informador, una manera de situar a los Estados ante un hecho consumado y, quizás, de obligarles a actuar en favor de una organización mundial".

Los proyectos para llevar a cabo acciones de base son numerosos; en general, son más modestos. En el transcurso de la Asamblea se intercambiaron muchas direcciones, se compararon muchas experiencias. Actualmente, la palabra "red" se ha traducido a los treinta idiomas de la Asamblea. Es imprescindible intercambiar puntos de vista entre las personas que participan en microproyectos "para alcanzar una envergadura más importante", intercambiar puntos de vista entre los que participan en experimentaciones continentales, que se reforzarán entre sí y confrontarán sus dificultades, intercambiar puntos de vista entre culturas diferentes. Hay que intercambiar puntos de vista entre redes: las redes de desarrollo tienen que estar en contacto con las redes de sanidad; las ONG, con las autoridades locales; los universitarios, con los propulsores de proyectos locales: "Los conocimientos son el fruto del intercambio de experiencias, no de la especialización " afirma el informador de un taller.

La puesta en común tendrá lugar este lunes, y durará toda la mañana. Uno a uno, los informadores irán haciendo un resumen de los debates. El ministro Guy Hascouet y la alcaldesa de Lille, Martine Aubry, asistirán a esta penúltima sesión.

El final, con música, como requiere la ocasión, consistirá en la adopción de la Carta de Responsabilidades Humanas, aunque el preámbulo de la misma lo deja bien claro: "el viaje no se acaba en Lille. La Carta deberá evolucionar dentro de la sociedad civil y en el marco de las instituciones internacionales". Por su parte, la Alianza continuará verificando la validez del texto con respecto a los diferentes contextos culturales y a los diferentes medios socioprofesionales.

Mañana se acaba una aventura que habrá consistido en reunir a 400 personas muy diferentes y alejadas geográfica, cultural y socialmente. Ahora empieza otra aventura, que, sin duda, tardará mucho en terminarse.


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