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El segundo foro China-Europa se inspiró de la metodología de la Alianza

El segundo foro China-Europa se celebró en octubre en 23 ciudades europeas de 7 países diferentes. Pierre Calame, director de la Fundación Charles Léopold Mayer para el Progreso del Hombre (FPH) nos relata cómo el foro partió de los resultados mayores de la Asamblea Mundial de Ciudadanos de Lille: la necesidad de construir una comunidad mundial y ya no confiar exclusivamente en las relaciones de estado a estado. La concepción entera del foro se derivó del aprendizaje de la Alianza: la idea de combinar las tres dimensiones de la diversidad -geocultural, socio-profesional y temática; el requisito de reflejar esta triple diversidad a través de un sistema de cuotas para escoger a los participantes; los dispositivos de facilitación de los talleres y la restitución en "tiempo real" de las síntesis de los talleres gracias a la cartografía conceptual; por fin, el papel jugado por el sitio web para proporcionar una visión global. Este foro es así la ilustración de la estrategia adoptada en 2003 para la nueva fase de la Alianza: usar la experiencia de la primera fase para alimentar una multitud de iniciativas más autónomas inspiradas por los objetivos y métodos de la Alianza.

El segundo foro China-Europa se celebró en octubre en 23 ciudades europeas de 7 países diferentes, luego en Bruselas. Fue una iniciativa inaudita para llevar a la sociedad europea y la sociedad china a un diálogo sobre los desafíos principales del mundo contemporáneo. En total, 1,000 participantes estuvieron involucrados en el foro: de todos los medios, de todos los países miembros de la Unión Europea, y de los cuatro rincones de China.
La sesión plenaria de apertura celebrada en Bruselas el 6 de octubre de 2007 fue presidida por Jacques Delors, un verdadero icono de la Unión Europea con visión y apertura hacia el mundo. No es por nada que por todas partes en Bruselas se oye decir "¡Necesitamos un nuevo Delors!" Representantes de alto nivel de todas las instituciones europeas hablaron en esta sesión de apertura para expresar su apoyo por este diálogo entre sociedades. Las autoridades chinas expresaron el mismo apoyo a través de su embajador.
Pero estas sesiones plenarias fueron precedidas por 46 talleres de unas 20 personas cada uno, organizados el 4 y 5 de octubre en 23 ciudades diferentes de 7 países europeos de la zona Schengen, a menudo con el apoyo de las comunidades locales concernidas. Diecinueve de estos talleres eran "socio-profesionales"; veintisiete eran "temáticos"… ¿Les recuerda algo?

Además, a cada taller se le pidió usar para cada una de las cuatro sesiones el mismo formato para escribir las síntesis, lo que hizo posible, gracias a las herramientas desmográficas (cartografía conceptual), presentar en la plenaria, apenas 24 horas después de la realización de los 46 informes de los talleres, una síntesis provisional junto con una presentación del documento mostrando cómo la síntesis se había construido desde las contribuciones de los talleres. ¿Les recuerda algo?

Los medios de comunicación europeos desinteresados, al contrario de los chinos

Como en Lille, el silencio de los medios de comunicación europeos con respecto a este evento fue estruendoso mientras los medios de comunicación chinos más importantes y más diversos -televisión, periódicos y revistas, sitios web y blogs- le dieron cobertura excepcional.
La historia del foro China-Europa es en sí instructiva. El primer foro se celebró en octubre de 2005 en China, en Nansha cerca de Cantón. Su objetivo era específico y no se tenía planeado, al principio, convertirlo en un proceso permanente. En aquel momento, se trataba de responder al deseo de la sociedad china de profundizar su comprensión del proceso de construcción de la Unión Europea, aprender de las lecciones tomadas por los europeos mismos, y considerar las lecciones que China por su lado podría deducir. Por ejemplo, una de las cuestiones que interesan a los chinos es la conciliación francesa-alemana y el papel jugado en esta conciliación por la construcción europea, porque después de la segunda guerra mundial, no hubo ningún proceso equivalente entre China y Japón.
Este primer foro llevó a los actores y testigos de la construcción europea a relatar lo mejor de su experiencia. Fue tan interesante que dio nacimiento, en francés, a un libro, L’Europe c’est pas du chinois, publicado por las Ediciones Charles Léopold Mayer. Se puede descargar libremente en el sitio web de las ECLM.
Como muy seguido, el éxito del primer foro transformó su naturaleza misma: era una lástima detenerse cuando todo iba tan bien, y se impuso la idea de un foro bienal celebrado alternadamente en China y en Europa.

Un proyecto totalmente coherente con la nueva fase de la Alianza

Cuando se trató de diseñar en el otoño de 2006 el segundo foro para celebrarlo en octubre de 2007, las cosas se volvieron más intensas.
Esto no iba a ser "presentar China a los europeos". Por lo mejor y lo peor, China está en boga en Europa y hay ahora una multitud de simposios sobre China. El objetivo en este caso sería necesariamente más ambicioso: empezar un diálogo de sociedad a sociedad sobre los desafíos comunes. La FPH financió este segundo foro masivamente, a alturas probablemente comparables a las proporcionadas para la Asamblea Mundial de Ciudadanos de la Alianza de Lille, porque reflejaba perfectamente sus pautas para 2003-2010: contribuir a la emergencia de una comunidad mundial. Pero de hecho, estas pautas no son más que los resultados de la Alianza y la Asamblea Mundial de Ciudadanos: construir una comunidad mundial, construir alianzas ciudadanas internacionales, trabajar conjuntamente sobre varios desafíos comunes mayores.
La Carta Constitutiva del foro China-Europa toma directamente su inspiración de la [Carta Constitutiva de la Alianza para un Mundo Responsable, Plural y Solidario>http://www.alliance21.org/2003/rubrique.php3?id_rubrique=431]: objetivos comunes; una ética común; y dispositivos de trabajo comunes. Éste fue el trípode que usamos para inventar la gobernanza de la Alianza. Precisamente se trataba, en la etapa que se estaba abriendo, de lograr que la inspiración de la Alianza irrigara una gran diversidad de iniciativas, cada una de ellas autónoma.
Si se va al sito web del foro China-Europa y se considera la filosofía del segundo foro China-Europa en lo que concierne sus métodos de facilitación, su producción y restitución de síntesis, se encontrará en todos los puntos todos los ingredientes que adquirimos en el marco de la Alianza y la preparación de la Asamblea Mundial de Ciudadanos.
Esto vale ante todo para la concepción general y la idea que se puede expresar la diversidad del mundo en tres dimensiones: diversidad geográfica (talleres geoculturales de la Alianza); diversidad socio-profesional (redes socio-profesionales de la Alianza); diversidad temática (talleres temáticos). Esto es lo que nos llevó a concebir el foro como descentralizado, distribuido en todo el territorio europeo con por un lado, talleres socio-profesionales, y del otro, temáticos.
Los primeros trabajaron sobre la cuestión de la responsabilidad de un sector socio-profesional hacia el resto de la sociedad (la cuestión, familiar de los Aliados, del nuevo contrato social). Los segundos buscaron entender cómo detrás de las diferentes realidades se encuentran cuestiones comunes, desde el envejecimiento de la población hasta el desarrollo sustentable. Se formaron los talleres socio-profesionales y los talleres temáticos según la metodología de los cuatro polos de la Alianza.

Un requisito de diversidad casi obsesivo

También tomamos de la preparación de la Asamblea 2000 el requisito casi obsesivo de la diversidad de los participantes. Los Aliados antiguos podrán recordar las discusiones y controversias de esa época con respecto a la selección de los participantes para la Asamblea Mundial de Ciudadanos. Algunos pensaban que tenía ante todo que ser una Asamblea de los Aliados. Pero una Asamblea de los Aliados hubiese sido infinitamente lejos de reflejar la diversidad socio-profesional y geocultural del mundo. Nos impusimos por consiguiente preparar la asamblea de Lille en base a cuotas por medio socio-profesional y por zona geográfica. Estas cuotas las desaprobaron y denunciaron en aquel momento algunos Aliados que nos miraban buscar desesperadamente alguna mujer de Asia Central o algún gerente de empresa de India, pero al final, eso fue lo que le dio una fuerza simbólica bastante extraordinaria a Lille y, para aquéllos que vivieron el evento de apertura de la Asamblea Mundial de Ciudadanos, lo que hizo nacer ese sentimiento que por una vez,"el mundo allí estaba".
La selección de los participantes para el segundo foro China-Europa aprovechó el aprendizaje de Lille: constitución de redes de informadores para ayudarnos a ampliar el diálogo y un dispositivo de selección de participantes que privilegió la diversidad. Aunque no pudimos, como de hecho en Lille, respetar completamente todos los criterios de diversidad geográfica y socio-profesional que nos habíamos fijado, en particular porque en China fueron las universidades que organizaron la selección de participantes, lo que les llevó a privilegiar el mundo académico, estos requisitos de diversidad impregnaron el simposio entero.
La facilitación de los talleres y la restitución de su trabajo también se copió de aquél usado para la Asamblea Mundial de Ciudadanos. Guardamos la idea que las síntesis se debían producir en forma de afirmaciones cortas, que son los descriptores de nuestro programa del desmografía. Todos aplicaron la disciplina colectiva casi milagrosamente y esto fue lo que nos permitió presentar elementos de síntesis en la plenaria de Lille.
Para terminar, inspirada por la Alianza, también la idea que la única manera de avanzar en la construcción de una comunidad mundial y una visión prospectiva del mundo de mañana es respetar el doble imperativo de diversidad y autonomía por un lado, y de unidad coherente y transversalidad del otro.
La idea que nos vino de la experiencia de la Alianza fue que esta unidad no se obtendría por un "gobierno central" mas con dispositivos de trabajo comunes y una ética común. Además del método de restitución para los resultados de los talleres, el sitio web del foro es otra ilustración perfecta. Como la de la Alianza, está organizado por talleres. Para cada uno, hay declaraciones de la problemática, china y europea, para establecer el marco, y varias contribuciones para alimentar la reflexión.

Ahora, hay que seguir el diálogo… con la metodología de la Alianza

El éxito del segundo foro China-Europa produjo a su vez una mutación de su naturaleza misma. Después del primer foro, pasamos de un evento específico a un proceso de diálogo marcado por encuentros bienales. El éxito del segundo lo ha transformado en un proceso de diálogo continuo en que los encuentros bienales sólo son etapas.
Para que esto pueda ser, el diálogo comenzado en cada taller se tendrá que prolongar y el sitio web se tendrá que completar con foros de discusión interactivos. Y, por supuesto, aprovecharemos una vez más experiencia de la Alianza apoyándonos en el Guía de Facilitación de foros electrónicos, con la contribución de los recursos humanos que se han constituido a través de los años.


LOS AUTORES

Pierre Calame
Presidente, Fundación Charles Léopold Mayer (...)
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Temas tratados

-La aventura de la Alianza
-Análisis
-Reflexiones
-Encuentros


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