Hoy en día, numerosos conflictos en el mundo tienen todavía un vínculo más o menos directo con la cuestión territorial. Pueden agruparse en tres conjuntos, vinculados a la inseguridad del acceso a la tierra o a los recursos, a una distribución no igualitaria de la tierra, a las reivindicaciones de los grupos sociales o de los grupos étnicos que ejercen su poder sobre un territorio. De ahí provienen tres cuestiones centrales: la segurización de los derechos de los usuarios, el acceso a los recursos territoriales que permiten de alcanzar una optimización económica y social, el reconocimiento de las diversidades culturales e históricas.