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Alianza 21: para hacer posible otro mundo
Valoraciones, Visiones, Propuestas y Proyectos
Alianza por mundo responsable, plural y solidario
Abril 2003

Las 3 primeras partes :

- Evaluación y Visión de Futuro
- Propuestas y Proyectos
- Informe del proceso participativo sobre evaluación y futuro de la Alianza


- Segunda etapa de la Alianza :

 

Segunda etapa de la Alianza

Por Pierre Calame pic@fph.fr

Primera aportación a una reflexión colectiva

19 de febrero de 2003

B/ La fuerza y los puntos débiles que la Alianza posee en la actualidad con respecto a la evolución de los retos mundiales:


2. Los puntos débiles

a) Persiste la separación entre los aliados y entre las distintas iniciativas. Debido a la distancia y a la dispersión de los puntos de interés, los aliados no se comunican mucho entre sí. A menudo, el llamamiento al diálogo no suscita muchas reacciones, muchas veces por falta de tiempo. A pesar de lo que indica su nombre, la Alianza aparece a menudo como una yuxtaposición de personas, de movimientos y de iniciativas unidos por una serie de razonamientos, intuiciones y aspiraciones comunes pero que no por eso forman un auténtico tejido social vivo. Las prioridades y las limitaciones de unos y otros son demasiado diferentes para que actúen fácilmente de manera conjunta. El ejemplo de los talleres del polo socio-económico, en los que se ha llevado a cabo un verdadero trabajo de interconexión y de transversalidad, ponen de manifiesto que el aislamiento no se rompe por sí solo; esto sólo se consigue con acciones enérgicas, métodos, y medios humanos y económicos en las proporciones adecuadas.

b) Desde hace un año, la comunicación entre los aliados se ha apoyado demasiado en Internet y el sitio web por falta de tiempo, recursos humanos y dinero. Durante este período intermedio nos hemos visto obligados a interrumpir la publicación de la revista Caravana. Quienes la recibían gratuitamente no han querido contribuir a la financiación de la misma como se ha podido constatar tras el fracaso de la campaña de subscripción. También hemos interrumpido temporalmente el boletín "¿qué hay de nuevo?" que servía para informar con asiduidad a los aliados de cuáles eran las actividades en curso. La información pasa por la FPH, que sigue desempeñando un papel central en las tareas de redifusión. Si bien al principio el correo electrónico parecía ser una herramienta adaptada a nuestras necesidades, el éxito acaparador del mismo se ha convertido en un punto débil. Todos los que tienen acceso al correo electrónico reciben avalanchas de mensajes. En esas condiciones resulta difícil conseguir que la información relativa a la evolución de la Alianza sobresalga si no está bien estructurada ni resumida. En cuanto a Internet, cabe decir que se adapta bien a la necesidad de estructurar la información pero acentúa la fractura numérica entre quienes disfrutan de un acceso a Internet fácil y económico y quienes no disponen de las mismas facilidades. Internet tampoco resulta adecuado para divulgar información con regularidad. A partir del momento en que la FPH decide dejar de apoyar la publicación de los boletines informativos, la Alianza tiende a disgregarse.

c) Esta constatación pone de relieve otros dos hechos: el costo de funcionamiento, del "mantenimiento" de la Alianza y la postura pasiva de muchos de los aliados con respecto a dicho funcionamiento. El mantenimiento de un sistema de información estructurada y multilingźe que asocie a la vez información de fondo, como los cuadernos de propuestas, experiencias o información que debe irse actualizando, como las direcciones de los aliados, noticias de actualidad y espacios de debate, representa un costo fijo de funcionamiento y de mantenimiento. Para reducirlo es preciso que todos los aliados desempeñen un papel activo en la elaboración y la estructuración de la información aunque hay que reconocer que lo normal es que los gastos de funcionamiento corran a cargo de la FPH.

d) El voluntarismo con el que la FPH se comprometió a intervenir en la formación de los grupos socio-profesionales, en la preparación de los cuadernos de propuestas y en la preparación de la Asamblea Mundial suscitó incomprensión por parte de muchos aliados. Esta estrategia ya se les había expuesto y explicado a todos en 1996 pero dicha explicación no bastó. Sin lugar a dudas, la posición central de la FPH en el seno de la Alianza ha provocado muchas confusiones. Tampoco se ha interpretado adecuadamente la relación existente entre los cuadernos de propuestas y los debates en el seno de la Asamblea Mundial de Ciudadanos. La preparación de la Asamblea Mundial generalizó la aplicación y el respeto de un calendario, condición esencial para la producción de los cuadernos de propuestas. El objetivo de la Asamblea no era debatir sobre esos cuadernos sino establecer un diálogo intercultural e interprofesional mucho más amplio. En ese caso tampoco bastaron las explicaciones por escrito. Muchos de los aliados habrían preferido que la Asamblea mundial de ciudadanos fuera una especie de Asamblea general de aliados y que las discusiones en el seno de la Asamblea tuvieran como punto de partida los cuadernos de propuestas. Por consiguiente, es preciso aliviar la amargura que algunos han experimentado y reflexionar sobre cómo deben enfocarse en el futuro las discusiones relativas a las estrategias planteadas.

e) Sin lugar a dudas, el aislamiento y la novedad son los factores que han hecho que los cuadernos de propuestas y el esfuerzo de sintetizarlos con objeto de determinar las prioridades comunes que deben ponerse en práctica en el siglo XXI no hayan sido bien asimilados por todos los aliados. Por un lado, pocos son los que disponen de tiempo y capacidad para absorber todo el material existente y hacer su propia síntesis. Por otro lado, no todos están dispuestos a adoptar y hacer suya una síntesis que haya corrido a cargo de la fundación (en el caso del trabajo sobre los cuaderno de propuestas), o a mi cargo (en el caso de la síntesis de la Asamblea Mundial de Ciudadanos). Aún no hemos encontrado la manera de pasar colectivamente de la etapa de diagnóstico compartido a la de propuestas compartidas. De hecho, aun cuando existe un dispositivo estructurado de elaboración colectiva de síntesis, como ocurre en el caso del polo socio-económico, resulta difícil conseguir que todos hagan suyas las conclusiones. Llegar a esta asimilación colectiva es uno de los principales desafíos de la segunda etapa.

f) El enfoque temático es el más sencillo. Hasta ahora, el enfoque geocultural, con la formación de grupos locales o regionales, exceptuando el caso notorio del grupo de Sao Paulo, no ha sido concluyente. Por citar un ejemplo, no supimos establecer un enlace adecuado entre la Caravana africana y los aliados presentes en los diferentes países que formaban parte del recorrido. Tampoco hemos sabido mantener los lazos que se crearon en la Asamblea Continental Europea y que parecían bastante prometedores.

g) ¿Acaso la Alianza consiste sólo en pronunciar bonitos discursos? ¿Es incapaz de dar lugar a acciones concretas que lleven a la transformación? ¿Que relación existe entre una reflexión a nivel mundial y las acciones locales? A lo largo de la primera etapa de la Alianza, se ha llevado a cabo el esfuerzo de actuar teniendo en cuenta las experiencias e innovaciones que nos rodean, teniendo en cuenta acciones concretas, a fin de realizar una puesta en común de las mismas y elaborar perspectivas más amplias; no obstante, la falta de institucionalización de la Alianza a nivel local ha frenado la visibilidad de los compromisos de las diferentes partes y esto ha impedido que la Alianza haya expuesto un punto de vista común. Muchos aliados han sufrido por ello, y ahora que ya se han elaborado los cuadernos de propuestas, el reto que se nos plantea es traducir estas propuestas en estrategias de cambio y en acciones locales.

h) La idea de concebir un modo de funcionamiento que sea diferente del de los movimientos asociativos políticos o sindicales tradicionales seguramente cuenta con más partidarios ahora que hace tres años; en todo caso, la cuestión de la gobernanza de la Alianza sigue pendiente.

i) Asimismo, está sobre el tapete la cuestión relativa al lugar que debe ocupar la FPH en el seno de la Alianza. La FPH ha manifestado su voluntad de no "dejar de lado" a la Alianza. Cree que tiene el deber de asumir una responsabilidad moral por lo que se refiere al proceso que ella misma ha creado e impulsado en gran medida. En un plazo muy breve, la FPH va a precisar cuáles son sus orientaciones y prioridades con respecto a la Alianza. Es su deber, pero si los aliados no aportan una visión coherente con miras a la segunda etapa, la FPH tendrá que definir su estrategia por su cuenta, y, de momento, esta visión aún no ha aparecido.

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