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La región México, Centroamérica y
el Caribe
La región que forma México, América
Central y las Islas Caribeñas constituye un espacio con una
gran diversidad y riqueza tanto cultural como natural: aquí
se mantienen tradiciones culturales tales como la maya o el vudú;
se habla seis idiomas oficiales; América Central y México
albergan probablemente la mayor diversidad de ecosistemas del continente,
desde la selva tropical o los ecosistemas marinos (con el segundo
arrecife de coral más grande del mundo) hasta los ecosistemas
de altura. La vivacidad cultural de la región se ha difundido,
fuera de sus limites, por cierto no muy extensos, particularmente
con la música caribeña, fruto de intercambios regionales
intensos.
Sin embargo, a pesar de esta diversidad y riqueza,
la región es el escenario de numerosos conflictos, y sobre
todo de una gran pobreza. El Caribe cuenta con los dos países
más pobres del continente. Las diferencias sociales son a
menudo agudas. Si bien en algún momento el Caribe fue el
centro del imperio hispano - americano, hoy se encuentra a la vez
económicamente marginado y políticamente fragmentado.
Es común que pueblos vecinos no se conocen: la comunicación
entre ellos esta dificultada por diferencias de idiomas, pero sobre
todo por una infraestructura dirigida no a la integración
de los pueblos sino a servir los países del Norte con bienes
y servicios baratos, aunque a menudo de calidad.
También la población de Centroamérica
y México viven los efectos de la aplicación de las
políticas globalizadoras neoliberales como son el desempleo
y la pobreza, el incremento de enfermedades epidemiológicas,
la escasez de servicios públicos, el crecimiento anárquico
de las ciudades y de la migración a las ciudades y a los
Estados Unidos de Norteamérica, la erosión y destrucción
de los suelos vegetales, dicho de otra manera la aplicación
de las políticas económicas de ajuste han provocado
concretamente el deterioro del hábitat social y la disminución
drástica de la calidad de vida de los pueblos.
En este contexto, de problemáticas comunes
y dispersión de esfuerzos, consideramos que el Encuentro
de la Alianza para un Mundo Responsable, Plural y Solidario de la
región es una oportunidad de romper cercos y enfocarse a
la construcción de una perspectiva de integración
desde los pueblos.
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