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Actualidades > Junio 2003

Puede también ver los resultados del Foro de la Alianza para Construir la Paz, que tuvo lugar de diciembre de 2001 a junio de 2002, de plena actualidad

La información siguiente fue enviada por Mari Olivella, de Barcelona, Director de NovaCis y coordinador del foro electrónico del Equipo Internacional de Facilitacion de la Alianza y por John Stewart, miembro del Consejo Internacional de las Fuerzas no violentas por la Paz. Sitio web de las "Fuerzas No Violentas por la Paz". Es en inglés, pero muchos de los documentos están traducidos en otros idiomas.

También está a su disposición la nota de presentación de la cuarta mesa de diálogo y controversia, que fue una de las innovaciones de esta última edición del FSM.

4.En oposición a las guerras del siglo XXI, ¿cómo construir la paz entre los pueblos?



Varios artículos redactados después del Foro de Porto Alegre 2003 ya están disponibles. Deseamos con esto ilustrar la diversidad de las contribuciones de los aliados en este evento.

La economía solidaria se vuelve un tema primordial para la sociedad civil internacional - El Polo de Socioeconomía Solidaria (PSES)
Philippe Amouroux y Françoise Wautiez

« Mapeadores » en el FSM
La experiencia de una valorización cartográfica de debates

Véronique Rioufol, con la contribución de los « mapeadores »

El reencantamiento del Foro Social Mundial
Las redes de los Artistas en Alianza

Hamilton Faria

Propuestas sobre el futuro de la Alianza
Informe de la reunión de los aliados en Porto Alegre

Marti Olivella y Laia Botey



 

Discurso de Nadia Aïssaoui, Algerina, actualmente en El Líbano, durante la Mesa de Diálogo y Controversia en el Foro Social Mundial de Porto Alegre en enero pasado entorno al tema: contra las guerras del siglo XXI, ¿cómo construir la paz entre los pueblos?

Condenados a la esperanza
Nadia Leila Aïssaoui - Argelia-Líbano - nadialeila@hotmail.com

Nadia Aïssaoui¿ Cómo se encara el problema ?

Hablar de la construcción de la paz parece ser hoy en día algo más cercano al lenguaje de la utopía que a un emprendimiento posible.

¿ Cómo enfrentar el estado de desenfreno mundial al cual asistimos?

Mi intervención intentatrá presentar algunas pistas de reflexión sobre las raíces de la guerra y sobre nuestra responsabilidad con respecto a la construcción de la paz.•

¿ Cómo definir la guerra ?

La guerra es el signo del fracaso de la Humanidad y de su impotencia para detener la pulsión de muerte que existe en cada uno de los seres humanos.
La guerra no se limita solamente a los conflictos armados, sino que abarca todas las formas sistemáticas de violencia que se han instalado en las sociedades a partir de un sistema patriarcal que siempre privilegió el recurso a la dominación y a la presión para afirmarse a sí mismo.
Guerra es toda forma de injusticia generadora de violencia. Tanto si se trata de racismo como de machismo, de discriminación económica como de una ocupación o un conflicto armado, lo que está en juego son la dignidad humana y los Derechos Humanos.
Las elocuentes cifras del informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en el año 2000, que describían las condiciones de vida en el mundo actual, muestran que los juegos de poder económicos y políticos se han vuelto más visibles aún a escala internacional con la expansión del neoliberalismo que declaró la guerra a millones de seres humanos.
Podemos leer allí, por ejemplo, que :

  • más de mil millones de seres humanos viven con menos de un dólar diario
  • las fortunas de los 200 individuos más ricos del mundo superan los ingresos del 41% de la población mundial del planeta (2.800 millones de seres humanos)
  • las fortunas de los 3 individuos más ricos superan el PBI de 48 estados pobres reunidos
  • 300 000 niños y millones de mujeres viven en condiciones de esclavitud y de prostitución
  • hay actualmente 26 guerras en el mundo (de las cuales 18 tienen lugar en África)
  • 2,5 millones de personas han muerto y otros 12 millones han sido desplazados en los diez últimos años.

Con respecto a todas estas cifras, no debemos perder de vista el hecho de que la militarización participa a la prosperidad de toda una economía de la guerra sostenida por los complejos militar-industriales cuyos beneficiarios son los países occidentales poderosos (en particular los Estados Unidos) y sus aliados de los regímenes del Tercer mundo.
Dichos complejos militar-industriales controlan ampliamente a los grandes medios de comunicación, que se ocupan de crear un clima de psicosis del miedo. Los canales mediáticos están repletos de series televisivas (que a menudo se ofrecen gratuitamente a los países del Sur) que hacen una apología de la violencia y de la virilidad. La televisión, al substituir a los padres –que a su vez se ven sumergidos por el trabajo-, se ha tornado el medio de socialización y de educación para la violencia y el machismo.
Al mismo tiempo, la censura, la desinformación y el control de la información son moneda corriente cuando se trata de justificar una asignación de presupuestos para la militarización, lograr transparencia sobre los perjuicios de lo nuclear y el impacto sobre el medio ambiente y la seguridad del planeta.

¿ Cómo entender el contexto árabe a partir de las condiciones mundiales?

Volviendo sobre el tema de las raíces de las guerras y de la violencia, podemos observar que en los países árabes (y tal vez en buena parte de los países del mundo), el ejercicio de la violencia se practica a varios niveles: en las relaciones familiares, en las relaciones sociales (políticas y económicas) y en la gestión de las cuestiones públicas que implementan los distintos regímenes.
- En lo relativo a las relaciones familiares: la estructura jerárquica de la familia patriarcal da pleno poder al hombre y a sus sucesores masculinos, que ejercen un poder de coerción y de control sobre las mujeres con el objeto de que éstas interioricen y reproduzcan los modelos de dominación con los cuales ellos se benefician plenamente.
- En lo relativo a las relaciones sociales: la organización social se inspira directamente de la estructura familiar. Tanto es así que las posiciones estratégicas de poder están exclusivamente monopolizadas por los hombres, relegando así a las mujeres a la esfera de lo privado, aun cuando éstas afirman cada vez más su presencia dentro de la esfera productiva. La escalada de violencia de la que son objeto no es fuente de asombro, ya que es la misma que recae sobre cualquier actor social que intenta cuestionar el orden dominante. Dicha violencia se manifiesta por una amenaza que pesa sobre la seguridad de las mujeres en el espacio público y, al mismo tiempo, por una radicalización de los textos de ley de inspiración religiosa que rigen el estatuto personal de la mujeres, convirtiéndolas en ciudadanas de segunda clase. Los otros tipos de cuestionamientos sufren de la misma manera la reducción o la ausencia total de las libertades y posibilidades de expresión democrática.
- En lo relativo a la gestión pública implementada por los distintos regímenes: el mundo árabe se encuentra bajo el reinado de regímenes dictatoriales, con frecuencia provenientes de golpes de estado militares, que han generado un sistema clientelista y opaco a la vez, con su cortejo de corrupción y monopolización de las riquezas por parte de una minoría y una marginalización de las mujeres. Dichos factores terminan por crear una frustración que, en gran parte, se manifiesta a través del aumento del islamismo político radical.

Pero el mundo árabe también enfrenta una situación compleja y única, proveniente de la colonización y de la ocupación israelí de Palestina. Una colonización y una ocupación apoyadas desde hace décadas por los Estados Unidos y por el silencio de Europa frente a sus agresiones, que paralizan a toda la región, fortalecen los regímenes autoritarios dándoles pretextos para la militarización y acumulan tensiones, frustaciones, cólera y odio.

En Palestina se presentan actualmente todas las dimensiones y problemáticas esenciales de la guerra. Es en ese conflicto donde está en juego la credibilidad de los países progresistas para actuar en el mundo, tal como lo estuvo en el caso de la lucha sudafricana contra el apartheid.

Manifestación por la paz - Barcelona¿Qué hacer para construir una paz sostenible?

Desde nuestra perspectiva, la cuestión que se plantea no es tanto la existencia de propuestas para la paz, sino la de cómo implementarlas, mientras que la relación de fuerzas sigue inclinándose en favor de los intereses de las lógicas de guerra.
Intentaré presentar algunas propuestas partiendo de esa base, y volveré una vez más sobre el tema de Palestina, repitiendo que sólo una paz justa en Palestina y la liberación de su pueblo contribuirán a modificar considerablemente toda la situación en la región y, por consecuencia, en el mundo.

La construcción de una cultura de paz requiere un trabajo que debe realizarse a varios niveles:

  • El nivel individual y colectivo: salir de la lógica patriarcal implica que cada uno de nosotros se aparte del sistema jerárquico actual y cuestione seriamente la escala de valores imperantes. Por citar un ejemplo, los movimientos feministas llegaron a elaborar un pensamiento crítico cuando las mujeres lograron desmistificar las ideologías y los estereotipos invocados por la sociedad patriarcal. Acabar con la glorificación del mito de la guerra y del guerrero representa un primer paso necesario para la construcción de una cultura de paz. Luego se trata de poner en primer plano, a través de la educación y la práctica de los valores relativos a la vida, la solidaridad, la igualdad y la justicia, en lugar de la competencia, la dominación, el dinero y el beneficio.
  • Obrar por la construcción de democracias participativas que tomen en cuenta las aspiraciones de los pueblos y remplacen a los regímenes militares, monárquicos y reaccionarios que gobiernan en el mundo árabe, a través de un trabajo que una a los progresistas y teniendo por objeto el cambio del equilibrio de fuerzas actualmente existente. La cultura política y la práctica política, así como también el compromiso, son esenciales para la construcción de otra relación de fuerzas. El modelo brasileño es una gran fuente de inspiración para nosotros, en la medida en que la sociedad brasileña ha logrado salir de la dictadura sin consecuencias sangrientas. La pluralidad y el dinamismo de la izquierda ofrecen perspectivas de renovación del pensamiento más amplias que en el pasado.
  • Para llegar a una democratización, la construcción de alianzas de las sociedades civiles a escala internacional puede constituir un medio de presión importante, a través de la movilización de la opinión pública mediante manifestaciones populares masivas, pero también a través de la negociación política por el camino de las urnas, por el boycott (compañías petroleras, redes que apoyan la ocupación).... Es el medio más seguro para incitar a los gobiernos occidentales a exigir el respeto de los Derechos Humanos y de las libertades individuales antes de firmar cualquier acuerdo de cooperación económica con nuestros países.
  • La anulación de la deuda de los países del tercer mundo es indispensable para el desarrollo económico, siempre y cuando se vea acompañada por medios de monitoreo internacional para evitar la corrupción y el malgasto de dinero....
  • La reforma de las instituciones internacionales económicas y políticas y la democratización de dichas instituciones (FMI, Banco Mundial y OMC).
  • La necesidad de introducir reformas del sistema de las Naciones Unidas, cuyo papel se limita en la actualidad a convalidar de manera poco imparcial las políticas impuestas por los Estados Unidos y sus aliados en conformidad con sus intereses. Los ejemplos del incumplimiento israelí de las resoluciones son flagrantes si se compara la situación con la de Irak. La reforma estaría relacionada con la abolición del derecho de veto, que sólo está en poder de las cinco potencias responsables de la comercialización del 90% del armamento del planeta. También estaría vinculada con la consideración de la posición de las sociedades civiles y sus propuestas, que se ven poco o nada representadas por sus gobiernos.
  • La sociedad civil debe constituirse en un laboratorio para reinventar lo político y reanimar los partidos políticos que agonizan a causa de su rigidez y su incapacidad para renovarse. La sociedad civil de los países democráticos dispone de medios de presión sobre quienes la gobiernan. Tiene entonces una responsabilidad para con las causas justas y legítimas de los pueblos amordazados por sus propios dirigentes o por el colonizador. La causa palestina, para citar un ejemplo, nunca estuvo tan presente en los medios ni recibió tanto apoyo favorable de la opinión pública como desde el momento en que los militantes occidentales e internacionales se comprometieron con ella. Ellos tienen la posibilidad de sensibilizar a su opinión pública y, en consecuencia, de tener un peso sobre las estrategias políticas internas y externas a través de las urnas.

Para volver a la cuestión palestina, las propuestas son concretas y ampliamente difundidas :

  • La organización de una campaña internacional por la aplicación de las resoluciones de la ONU (la resolución 194 votada en 1949 referente al derecho de retorno de los refugiados, las resoluciones 242 y 338 votadas en 1967 referentes al retiro israelí de los territorios ocupados, la resolución 1392 votada en 2002 referente a la creación de un estado palestino).
  • El retiro del ejército israelí de todos los territorios palestinos ocupados desde 1967
  • El desmantelamiento de todas las colonias israelíes en los territorios ocupados
  • Un estado palestino independiente y soberano que controle sus fronteras, su aire y su agua, con Jerusalén Este como ciudad capital.
  • El derecho de retorno de los refugiados palestinos.
  • El reconocimiento de las responsabilidades, para hacer que la reconciliación sea posible.
    Sin un estado palestino independiente y viable, los pueblos de la región nunca vivirán seguros y en paz.

Finalemente, en lo que respecta al caso iraquí, urge enfrentarse a la guerra y a la agresión americano-británica, apoyando al mismo tiempo al pueblo iraquí para que pueda deshacerse de su dictador. El momento para movilizarse es ahora o nunca.
También habrá que afrontar las consecuencias de esta guerra -si es que tiene lugar- sobre Palestina y el pueblo palestino, sobre todo si la sociedad elige mañana por segunda vez consecutiva a un criminal de guerra a la cabeza del estado (Sharon), que utilizará con certeza el pretexto de la guerra en Irak para ir hasta las últimas consecuencias de su lógica destructiva de Palestina y de su pueblo.

Estamos condenados a la esperanza y, sobre todo, estamos condenados a construir esa esperanza y a hacerla vivir.

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